En primer lugar, fríemos la cebolla y el ajo picados, en aceite de oliva y mantequilla. Añadimos una taza de arroz arborio y un litro de caldo vegetal, y cocinamos un poco con removiendamos sin pausa. Incorporamos una media taza de vino blanco seco, doscientos gramos de champiñones y doscientos gramos de setas.
Cocinamos a fuego lento para que el arroz absorba el líquido, y añadimos sal y pimienta al gusto.
Por último añadimos un cuarto de taza de crema de leche y espolvoreamos queso parmesano rallado por encima.